Un café con Benedetti
Hoy tuve demasiado tiempo libre en la escuela, y como que temiendo que iba a pasar tal cosa, eché en mi mochila mi libro de Inventario I de Mario Benedetti que mi dulce novia tuvo a bien regalarme. Aproveché muy bien mi tiempo libre y me dediqué a leer al buen argentinito.
Me ubiqué en la cafetería de la Universidad en una mesita de Pepsi y una silla metálica del mismo refresco, pedí un café el cual lo preparé sin nada mas que media cucharada de azúcar y dos y media de café (el viajero se preguntará como mi cuerpo hace para asimilar tanta cafeína, mejor no pregunten que ni yo se como le hago) y procedí a tener una muy edificante charla con Benedetti.
Hubo un poema en especial, no recuerdo su nombre, el cual comienza con una frase que dice "Y la muerte es el último planeta que dibuja un niño". En cuanto leí eso me quedé helado, no hubo mejor explicación al mundo de un chiquillo que esa frase. Después otro poema me vino a explicar como conforme crecemos la muerte se va tornando mas clara y presente ante nosotros, eso es algo que no debemos dejar pasar por alto.
Creanme que yo desde siempre he considerado a Benedetti como master, comparte lugar con Octavio Paz, Jaime Sabines y Borges, después de mi café con Benedetti me vinieron un montonal de preguntas, dudas existenciales que surgen tras echarse una alta dosis de cafeina con poesía...pero bueh...me las trago para cuando me encuentre a Benedetti en persona.
Después de la poesía (mi segundo amor) me encontré con mi primer amor: miss Shanny...aaahhh no saben como la extrañé, digamos que fue bastante y que después de haber platicado hoy como que me volvió el alma al cuerpo.
Me voy viajeros, pasenlo bonito...


¡CHANGOS! ¡Es la crónica más aguada que escrito en mi vida! Alguién deme unas cachetadas para que esta abominación no se repita...