Image Hosted by ImageShack.us

sábado, octubre 19, 2002

Nunca hay días como hoy (y sigo oliendo a nuez)
Por lo general mis sábados son rutinarios y aburridos. Diario la misma farsa. Hoy prometía tener un poquititititititito de acción por aquello de que empezaba la serie mundial de beisbol, pero de ahí en fuera, narices. Que equivocado estaba. Como dije en el título, días como hoy no hay nunca. Explícome.
Amanecí como a eso de las 11 de la mañana. Ayer no supe que camión me arrolló. Después de dejar a Árbol como a eso de las 10 de la noche ya no supe de mi. Herr Mother arrasó conmigo. A esas altas horas de la noche me puso a hacer quehacer, la desvelada fue atroz. Y pues tenía que reponer horas de sueño, y lo hice. Pero desperté en mal momento...justo en el momento en que Mamá Buendía (de los Buendía de Macondo) exterminaba a las plagas que acosaban a su patio de "servicios" (el único servicio que da es el de esorbar): grillos, arañas capulinas, cucarachas, y un ser demasiado latoso llamado Don Arturo. No les miento. En cuanto me apersoné a ver la masacre de insectos y dije "hola", mi madre con su conciencia renegrida dio un salto y procedio a darme un reverendo escobazo al abdomen como si me tratara de una plaga mas. Sigo con el trauma y hasta ahorita no he perdonado a mi destituida Canciller.
Posteriormente procedí a bañarme y ponerme "guapo". Bueno...lo de guapo es un decir. Solo basta ver mi foto en mi perfil de jotmeil para saber que no soy guapo. Busqué ropa y adivinen...solo había ropa olor nuez. Y contrariamente a lo que me dijo Yushe, hasta ahorita no se me han acercado las multitudes femeninas por el afrodisiaco olor a nuez. Comí muy delicioso y procedí a ver una película en la TV: "La Máscara del Zorro" con Anthony Hopkins, Antonio Banderas y Catherine Zeta Jones (amor mio, vida mia, tu dime que si y yo voy pa'lla).
Estaba en total paz y tranquilidad cuando...¡RING! El teléfono...y ahi voy a contestar.
-"Hola buenas tardes...está Arturo?
-El mismo al habla, con quién tengo el gusto?
-Ay...hola Arturo...soy...(omito su nombre por cuestiones estratégicas)
-Que onda, como estás?
-Medio mal...ayer anduve con una fiebre que me tumbó a la cama.
-Ay niña...y luego que andas haciendo?
-Nada grave, ya estoy en pie y ya me quiero salir de la casa.
-Uorale...y a donde vas?
-A dónde vamos chiquito.
-¿Vamos?
-Si, donde nos vemos?
-E-e-e-espera. Tengo que consultarlo con las autoridades. Háblame en cinco minutos vale?
-Ok, te veré en todo caso en la Plaza de Armas.
-O-o-o-ok."
Clik...respiro. Demasiado espontáneo para mi. Mis salidas las anticipo con al menos 3 días. Nunca salgo espontáneamente. Esta vez tenía que salir. En primera por que es una muuuuuuy buena amiga a la que le prometí siempre estar a su lado, y en segunda por que, si se quiere salir de su casa, es que algo no está marchando. Presente la iniciativa de salida a Herr Marshall Mother..."has lo que quieras". "Perfecto" pensé para mis adentros. Esperé la llamada y le dije que la vería en el lugar acordado a la hora acordada. En cuanto me puse la chamarra el Politburó de Ultraderecha pegó el grito: "Y tu a donde vas?" "Ya te había dicho a donde""A que horas te di permiso?" "Usted dijo que hiciera lo que quisiera madre...así que, vuelvo al rato".
La dejé gritando...lo siento mucho. Salí directo al punto de encuentro y ahí estaba. No se...siempre se ve bien hasta en las peores situaciones. Llegué...platicamos...verdaderamente platicamos mucho. Visitamos un par de lugares y comimos una dona, y después cada quien a su casa. Me quedé pensando mucho rato en el colectivo...en verdad que es una gran amiga, y de hecho es una gran amiga nueva. Hicimos el pacto de amistad apenas el miércoles. Y no me canso de decirlo, pero que buena amistad estoy teniendo con ella, a pesar de las broncas que recaen sobre ella.
Cuando llegue a casa esperaba una hecatombe, la cual no sucedio. Me senté con papa a ver la serie mundial y a las 8 fuimos a misa. Justamente fue en misa donde ocurrió algo que me conmovió muchísimo. Resulta que ya había pasado el acto de la comunión y pues todos los que comulgaron estaban de rodillas, incluyéndome yo. En eso llega una niñita...de no mas de 3 años, cachetoncita, wera wera y de ojos cafe claro, con cabello largo y lacio, caía cual cascada...al llegar me tiende su mano, su cara estaba seria seria, yo no sabía que quería. Le di mi mano y le dije muy extrañado "hola". "Nooooo-dijo-, la paz del Señor sea contigo", apretó mi mano y la sacudió. No saben, mi cara se iluminó con una sonrisa marcadísima, sonreí y dije "La paz sea contigo linda". Se fue revoloteando cual mariposa grácil a darle la paz a alguna otra persona. No podía dejar de sonreir. Me entró un sentimiento muy bonito de felicidad, pues aun en el cochambre de mundo que tenemos queda la inocencia de los niños y a creencia en la paz que tienen, una creencia fundamentada en la fe de un mundo bonito, lleno de flores, colores, juegos y amiguitos...no de guerra y destrucción.
Todavía ahorita sonrio...por que me siento niño, y aun tengo esperanza en la paz y en el amor...y quiero que sea lo mismo para todos los que vivimos aquí.
Les tiendo la mano...y les deseo de todo corazón que la Paz del Señor esté con ustedes.
Y ya.