Changos y recontra changos.
Bueno...no hubo crónica del Viernes por la noche, ni del Sábado ni del Domingo. Fue un fin de semana sabático, como dicen en "Cosmopolitan". Les pido mis más sinceras disculpas viajeros, fui un desconsiderado al abandonarlos tanto tiempo. ¡Pero venga! ¿A poco no la pasaron mejor sin leer mis loqueras? He de comentarles que por cuestiones técnicas anoche no pude presentar la crónica del fin de semana, era demasiado larga y el sistema se trabó, por así decirlo. Así que, como el fin de semana es cosa del pasado...pues no va a haber crónica del finde semana. Am sorri.
(...)
¿Saben? A mi mente le da por hacer viajes raros, y contrariamente a lo que muchos han llegado a pensar yo no utilizo ninguna clase de estupefaciente para hacerlos. Mi mente me ha llevado a lugares totalmente absurdos e inimaginables. Una vez por ejemplo me condujo al asteroide B612, seguramente lo conocen. Ahí en B612 vive un muy cortés Principito con una zorra y una rosa, son tres cuates de lo más botana. Otro día, por ejemplo, mi mente me llevó a la Playa Omaha en 1944. Esa vez si estuvo atroz. No tenía con que defenderme...las balas pasaban silbando por todos lados...era tremendo. Aquel día desembarcamos gentes de todo el mundo para acabar con Hitler. Bueno...digamos que Hitler acabó conmigo primero. Solo recuerdo un tremendo dolor en el abdomen, cuando voltee abajo, y medio cuerpo ya no estaba. Una mina quizás. En fin...
El último viaje que mi mente realizó fue mas pacífico pero no por eso menos extraño. Me condujo al corazón mismo del soul y del blues: el Río Misissipi. Para ser presisos me condujo al bayou...¿cuál de todos? Quien sabe. Alguno entre Memphis y New Orleans. Estuvo de lujo ese viaje. Imaginen compartir un buen blues con "Sweet Hands" Leroy y su "Tribute Band", o deleitarse tomando una Budweiser mientras escuchamos a la magnifica de Louise Marithé cantar una bellísima pieza de soul mientras el grandioso Reg "Barbas Tiesas" Douglas ameniza en el piano. Tremendo. Y luego enfilar hacia New Orleans...me habían dicho que por esos días habpia Carnaval, y eso no se lo puede perder nadie. La perfecta comunión del Blues, el Soul y el Jazz. Enfilé hacia la terminal de Greyhound, todos iban a New Orleans. Conocí a dos criollos muy buenos amigos que le hacían el jazz sin mucho éxito. Ahí también conocí el hombre del banjo. No me dijo su nombre. Era delgado, un poco viejo, y tenía un maltratado banjo en la espalda. Era pues un trotamundos del bluegrass. Llegó la hora de subir a mi autobus con destino a New Orleans, cosa curiosa el hombre del banjo tenía asiento junto amí, así que nos fuimos platicando de todo...de Atlanta, del delta de río, de la ruta 66, de las wanabes (hermosas criollas morenas de tremendo cuerpo)...fue una amistad muy espontánea con demasiadas cosas en común.
Cuando llegamos a New Orleans y bajamos del viejo Greyhound el hombre del banjo se me acerco y me dijo casi gritándome en el oído: "El blues es el alma del negro y del hombre en sí mismo...cántalo, siéntelo, vívelo y serás un vil desgraciado. No lo cantes y serás considerado un perfecto hijo de perra". Los que oímos el comentario celebramos la puntada, cuando quisimos decírselo el hombre del banjo había desaparecido.
Caminé un poco por el "Creole Square" y di con la multitud que esperaba el inicio del desfile. A lo lejos ya se oían las primeras bandas empezar a tocar las primeras notas de un rítmico son que llenaba y deleitaba los oídos de todos. Aaahhhh pero mi mente no sabe divertirse...en ese momento le dio por suspender el viaje. Le imploraba otro ratito, aunque sea pra ver el comienzo...nada...y vamos pa'tras...cuando reaccioné, ya estábamos de vuelta en mi cama.
Pero esto no se queda así...cuando mi mente duerma...viajaré de nuevo a New Orleans y me uniré a los buenos y tremendos jazzistas del lugar.