Navegación matutina
Heme aquí, en conocido laboratorio de cómputo de una igualmente conocida unidad de la UPN en la noble, leal y conocida ciudad de Guadalajara. Bleh.
Tengo tres ventanas abiertas. En una, tengo un documento de Word en blanco (el muy iluso espera que escriba en él mi tarea de Teoría Educativa), en otra tengo el blog de Gonzalo (muy bueno, visítenlo) y en la última una fallida conversación de messenger que se ha caracterizado por el silencio en los últimos 15 minutos (¡oh hado providencial, ha hablado!).
Las compus acá de este lado del planeta son buenas. Equipos Compaq relativamente nuevos con winXP, messenger 7.5, puertos USB 2.0 y conexión a internet cortesía de la siempre honorable Secretaría de Educación Jalisco. La envidia de chicos y grandes, salvo un pequeño detalle: no tienen bocinas. Esto no sería un problema si yo estuviera solo. Pero no. Mientras les escribo esto, varias compañeras platican ruidosamente sobre cuestiones harto indecibles como trabajos de parto maratónicos, niños atravesados y nombres para neonatos ("fíjate que le quiero poner Paris, ¿a poco no está chido?"). No me puedo evadir de esta embarazosa realidad. Pasmo y desepración.
Buen día, y mejor Noviembre.
1 Comments:
en realidad la identidad k demuestras en este comentario es una falsedad de tu ser aunque insconsientemente lo demuestre tu cuerpo
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